Aporte de la Profesora Marianela García.
Los alumnos de segundo año del LCC
comenzaron una ronda de lecturas en el Colegio Santa María de la Ayuda. Esta
vez le tocó a Romina Hermoso, Micaela Trujillo e Ismael Piñeiro de 2º 1,
quienes leyeron, ante una audiencia atenta y amena de alumnos de tercer año, A
enredar los cuentos, del escritor Gianni Rodari.
A enredar los cuentos
Gianni Rodari
-Érase una vez
una niña que se llamaba Caperucita Amarilla.
-¡No, Roja!
-¡Ah!, sí, Caperucita
Roja. Su mamá la llamó y le dijo: “Escucha, Caperucita Verde…”
-¡Que no, Roja!
-¡Ah!, sí, Roja. “Ve a casa de tía Diomira a
llevarle esta piel de papa”.
-No: “Ve a casa de la
abuelita a llevarle este pastel”.
-Bien. La niña se fue al
bosque y se encontró una jirafa.
-¡Qué lío! Se encontró al
lobo, no una jirafa.
-Y el lobo le preguntó:
“¿Cuántas son seis por ocho?”
-¡Qué va! El lobo le
preguntó: “¿Adónde vas?”
-Tienes razón. Y
Caperucita Negra respondió…
-¡Era Caperucita Roja,
Roja, Roja!
-Sí. Y respondió: “Voy al
mercado a comprar salsa de tomate”.
-¡Qué va!: “Voy a casa de
la abuelita, que está enferma, pero no recuerdo el camino”.
-Exacto. Y el caballo
dijo…
-¿Qué caballo? Era un
lobo
-Seguro. Y dijo: “Toma el
tranvía número setenta y cinco, baja en la plaza de la Catedral, tuerce a la
derecha, y encontrarás tres peldaños y una moneda en el suelo; deja los tres
peldaños, recoge la moneda y cómprate un chicle”.
-Tú no sabes contar
cuentos en absoluto, abuelo. Los enredas todos. Pero no importa, ¿me compras un
chicle?
-Bueno, toma la moneda.
Y el abuelo siguió
leyendo el periódico.
Gianni Rodari
Gianni Rodari nació en Omegna,
Piamonte (Italia), el 23 de octubre de 1920. Su padre era panadero y su madre
lo ayudaba en el negocio. Al año siguiente de su nacimiento nació su hermano
Cesare. Su padre murió en 1929 cuando Gianni tenía apenas 9 años. Lo enviaron
entonces a la casa de su tía. Después de un tiempo ingresó al Instituto
Magistrale donde tomó clases de violín. En 1937 se graduó de maestro y al poco
tiempo se inició como educador.
Continuó con su carrera de maestro
hasta que comenzó a vivir del periodismo, editando el periódico Cinque Punte y
siendo director de L`Ordine Nuovo de Varese. A través del ejercicio del
periodismo, Rodari llegó a la literatura. Al principio firmó con el seudónimo
de Francesco Aricocchi, con el cual publicó una recopilación de leyendas
populares, Leyendas de nuestra tierra,
y dos cuentos de corte fantástico, El
beso y La señorita Bibiana.
Posteriormente, siendo cronista del periódico L'Unitá, descubrió su vocación de
escritor para niños. Entre sus libros se destacan El libro de las retahílas, Las
aventuras de Cipollino, Cuentos por
teléfono, Cuentos escritos a máquina,
Cuentos para jugar, La góndola fantasma,
Los enanos de Mantua y Los traspiés
de Alicia Paf. En 1970 recibió el
premio Andersen.
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