viernes, 12 de diciembre de 2014

PALABRAS CORRESPONDIENTES A LA CLAUSURA DE CURSOS 2014.

Nuevamente nos encontramos en este momento, para cerrar, por segunda vez en nuestra vida, un año de trabajo y de experiencias compartidas. Cuando abrimos nuestras puertas en marzo del 2013 dijimos: “LOS SUEÑOS SON SUMAMENTE IMPORTANTES, PORQUE NADA SE HACE SIN QUE ANTES SE IMAGINE”, y así comenzamos a andar, como parte integrante de un grupo que nació específicamente para dar vida a este liceo,  traído de la mano de María, que se manifestó siempre de diversas formas para que esto fuera posible (por eso la frase que nos identifica a la entrada de esta casa: “MARÍA NOS GUÍA EN ESTE SUEÑO”). 




Y a este sueño se sumaron más en este 2014: se sumaron más estudiantes, porque gracias a Dios se sumaron más familias que nos confiaron el cuidado de sus hijos; se sumaron más Profesores, para compartir con nosotros este nuevo tramo del camino de la Vida, y juntos comenzamos a transitar por una nueva etapa: la de CONSTRUIR COMUNIDAD. Todo nuestro trabajo, todas nuestras acciones a lo largo de este año (el trabajo desde la Pastoral, los encuentros con los Profesores, la invitación a formar una Comisión de Padres, la visita a instituciones educativas y residencial de ancianos en el barrio, la participación en muestras de nuestro trabajo en contra del bullyng, los talleres llevados adelante por nuestra Psicóloga, para padres, para estudiantes, y para Profesores, la construcción de un blog institucional, el campamento de fin de año, los espacios de deporte, los temas abordados en los talleres de arte, y esta muestra del día de hoy, que fue una oportunidad de volver a reunir la familia de este liceo),  todo absolutamente  se dirigió  a la concreción de ese objetivo, que sintetizamos en la frase “SOMOS MUCHO, SOMOS UNO” que figura ya en el primero de los muchos murales que si Dios quiere iremos haciendo, para conservar nuestra memoria. 
Y todo esto sin perder de vista nuestro compromiso de  brindar una educación de calidad, entendiendo por educación no solamente una preparación que aspire a la excelencia académica (y en ese sentido verán el nivel alcanzado por las calificaciones de sus hijos dentro de dos días solamente), sino convencidos de que “educar no es sólo hacer que la gente haga lo que es correcto, sino que disfrute haciéndolo; no sólo formar personas trabajadoras, sino personas que amen el trabajo; no sólo individuos con conocimientos, sino con amor al conocimiento; no sólo personas justas, sino con hambre y sed de justicia”(John Ruskin).  Así entendida, la enseñanza de las asignaturas curriculares no es un fin en sí mismo, sino la excusa para transmitir algo mucho más importante: valores cristianos.
Así que para cerrar este encuentro del día de hoy, a pocos días de la Navidad, tiempo de AMOR Y SOLIDARIDAD, quisiera simplemente agregar un enorme GRACIAS. Gracias a las familias, porque nos confían lo más valioso que tienen: sus hijos. Gracias a la Comisión de Padres, que siendo tan nuevita, se ha sumado con muchísima alegría y generosidad a esta idea de “construir comunidad”, y  ha sido un apoyo fundamental para el equipo de Dirección,  facilitando nuestro trabajo y liberándonos muchas veces de preocupaciones que nos impedirían brindar a los chicos todo lo que planificamos.  Gracias a todos los educadores (y por tales, me refiero a todos los adultos que trabajan, desde sus distintos roles en este liceo), por su apoyo generoso y desinteresado a la Dirección, brindando su tiempo y dedicación a nuestra propuesta, más allá de lo que correspondería a una obligación netamente contractual o laboral. A ellos especialmente quiero agradecer el que siempre antepongan el aspecto educativo, con todo lo que ello implica, por sobre un proceso informativo, porque comparten nuestra convicción de que "educar no es fabricar adultos según un modelo, sino liberar en cada hombre lo que le impide ser él mismo, permitirle realizarse según su genio singular",  saber poner límites cuando es necesario, sin que ello signifique  dejar de amar a los chicos. Gracias a Alvaro y Leonardo, mis compañeros de trabajo en este equipo de Dirección, que han sido un apoyo incondicional sin el cual difícilmente hubiéramos podido alcanzar los objetivos que nos formulamos al comenzar este año. Y gracias a todos los chicos, sin quienes nada de esto tendría sentido ni razón de ser, que nos permiten acompañarlos en esta etapa de sus vidas, sentir la alegría de nuestra vocación,  y cuando tenemos la suerte de ganarnos su confianza, compartir su corazón. 
A todos Uds. entonces, queremos hacerles llegar este regalo, un recuerdo hecho imagen, UN FRAGMENTO DE NUESTRA MEMORIA, A PARTIR DE LA CUAL ESTAMOS CONSTRUYENDO NUESTRA HISTORIA,  de un año compartido en la comunidad del Liceo católico del Cerro. 

                                                                                                     Prof. Elisa M. Rodríguez
                                                                                                                 Directora

1 comentario:

  1. Como versa la canción, hemos puesto en esta tarea "alma, corazón y vida", pero el Señor ha sido muy generoso en dejarnos ver parte de la cosecha. Y una constatación; solamente se construye comunidad educativa, formando parte de ella, sintiendo y midiendo sus latidos desde su interior, desde su intimidad. Opinologos externos abstenerse.

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