CUATRO DE DIEZ PADRES DE EE.UU. DESCUIDAN HIJOS POR ESTAR CON EL CELULAR
LETICIA COSTA DELGADO mié may 20 2015
Un niño se trepa por una escalera de madera de menos de un metro de alto. Llega arriba y gatea por una suerte de puente aéreo representado con un tanque de color azul dispuesto de lado entre dos tablas. Llega al otro extremo, se para en el tablón y busca la cara de su madre. Ella está a unos tres metros, sentada en una escalón con la cabeza gacha y la vista fija en el celular que tiene entre las manos. No lo deja hasta que él la llama. Entonces, se para y camina con el teléfono sin dejar de escribir. Llega al lado del niño, lo abraza y se saca una selfie con él.
Minutos después, otro niño trepa en el "pasamanos" y tiene miedo de caerse. Grita pero su padre no lo ve. Está alejado con la mirada fija en su dispositivo. En su caso, está con su pareja, quien se acerca al niño y lo ayuda. Él demora en reaccionar hasta que levanta la mirada y se acerca caminando lentamente sin parar de tipear. Llega al arenero y se queda mirando para abajo con el teléfono.
Ambas situaciones fueron registradas el sábado pasado en los juegos infantiles del Parque Batlle, en Montevideo. La realidad de los dos adultos coincidió con la descripta en un trabajo de la Universidad de Washington difundido esta semana, en donde 44% de los adultos admitió prestar atención al celular mientras llevaba a su hijo a jugar al parque y sentirse culpable por no poder evitarlo.
El trabajo relevó a 466 cuidadores, entre los que hubo padres, madres y niñeras. El uso más común del celular en los parques fue enviar mensajes de texto a familiares o amigos y escribir mails. Solo 28% reportó utilizar su teléfono para trabajar; no hubo diferencias sustanciales entre el uso dado por los hombres y las mujeres.
El estudio comprobó que la utilización del celular mientras los niños juegan al aire libre es una gran fuente de culpa para los padres, así como una poderosa fuente de distracción cuando los pequeños los llaman o piden que los miren mientras hacen una pirueta.
Más de 40 horas de interacción entre adultos y niños en parques de juego de Seattle, Estados Unidos, fueron registradas por los investigadores, quienes presentaron sus conclusiones en Corea del Sur el mes pasado, en el marco de la conferencia anual de Interacción entre seres humanos y computadoras de la Asociación de Sistemas Informáticos.
Opiniones encontradas.
"Las preocupaciones sobre este tema son comunes y muchas personas admiten sentirse culpables por ese comportamiento", expresó Alexis Hiniker, estudiante de doctorado de la Universidad de Washington y autor principal del estudio. "Pero hay un grupo que rechaza la idea de tener que dejar los celulares lejos porque sus hijos están seguros y felices concentrados en otra cosa", apuntó.
Como parte del trabajo los investigadores les preguntaron a los padres y cuidadores en qué medida estaban de acuerdo con la expresión de que es difícil prestar atención a un niño si se está mirando el celular. El 58% (6 de 10) respondió estar de acuerdo, el 26% (1 de 4) dijo estar totalmente de acuerdo y 6% se manifestó en desacuerdo.
En segunda instancia, les preguntaron qué opinaban en cuanto que es difícil para el niño llamar su atención si están con el móvil. Solo 36% estuvo de acuerdo; 30% dijo estar en desacuerdo y 18% muy de acuerdo.
Si bien el informe registró que cada interacción con el teléfono no superó 10 segundos, Cecilia Cabrera, licenciada en Psicología y cofundadora de la consultora uruguaya Sujetos en Red, precisó a El País que "presencia no significa estar ahí, significa que esté disponible, atento, pendiente y deseando ver lo que su hijo tiene para mostrar".
Los parques al aire libre son un ámbito donde los pequeños puede tener ciertos logros que querrán compartir con el mayor que esté a su cargo. "Cada pequeño logro, desde subir a un tobogán hasta lograr hamacarse solo, es algo por lo que el niño llega a sentirse orgulloso e instantáneamente quiere mostrárselo al padre. Si el padre no está presente, esto no es posible", ilustró la licenciada.
Cabrera recordó que quitarles la atención a los niños tiene un riesgo alto en cuanto a su seguridad, porque los más pequeños no dimensionan el peligro y pueden desde pasar por una hamaca y que los golpeen hasta meterse un objeto en la boca y asfixiarse.
"La recomendación es que hay que ordenar bien las prioridades: si estoy a cargo de un niño, tengo que saber que eso requiere de mi completa atención y responsabilidad", concluyó.
CIFRAS.
4 - Padres
Cuatro de cada diez padres admitieron estar conectados a su celular mientras cuidaban a su hijo y sentirse culpables por no poder dejar de estarlo.
6 - Opinan.
Seis de cada diez cuidadores entrevistados dijo estar de acuerdo en cuanto a que es difícil prestarle atención si se mira el celular.
3 - Niegan.
Tres de cada diez padres entrevistados negó que para el niño sea dificultoso llamar su atención o decirle algo mientras está conectado al celular.
Niños. Las respuestas podían ser de angustia
La respuesta de los niños variaba: algunos lo aceptaban y se entretenían solos. Otros, jugaban con niños y otros reaccionaban con angustia y malos comportamientos, despertando enojo del adulto.
Comida. Observación del mismo fenómeno
Investigadores del Departamento de Pediatría del Centro Médico de la Universidad de Boston analizaron el fenómeno durante los almuerzos en restaurantes de comida rápida de Estados Unidos.
Usos. La mayoría lo tuvo constantemente
De 55 grupos observados casi 75% utilizó dispositivos durante la comida. El grado de interacción iba desde ponerlo sobre la mesa (menos del 10% de los casos) hasta usarlo constantemente, el 72%.
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